París se convierte en la primera capital europea en autoprohibirse

Esto sigue a un referéndum en abril en el que los parisinos votaron a favor de prohibir los scooters a batería, confirmando que muchos los consideraban una molestia insoportable.

Prohibidos en la capital francesa por votación popular, los patinetes eléctricos de autoservicio disfrutan este jueves de su último día en París, poniendo fin a cinco años de uso controvertido, para consternación de sus usuarios.

A partir del 1 de septiembre, París se convertirá en la primera capital europea en prohibir completamente estos vehículos de dos ruedas en autoservicio. Muchos parisinos se han hartado de verlos zigzaguear entre los peatones, incluso cuando están limitados a 10 km/h en determinadas zonas, o aparcar en medio de las aceras, y se les han atribuido numerosos accidentes.

Los tres operadores, Lime, Tier y Dott, perderán su autorización para ocupar espacios públicos tras una 'votación' sin precedentes a principios de abril. El "no" ganó por casi el 90 por ciento, pero sólo el 7,46 por ciento de las personas inscritas en el censo electoral acudieron a votar.

La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, hizo campaña a favor del "no", subrayando que la retirada de estos scooters reduciría las "molestias".

Desde agosto, los 15.000 scooters han sido retirados progresivamente de las calles (sólo un puñado estaban disponibles el jueves, principalmente en el centro de París) para ser enviados a otras ciudades para su reparación.

De los 5.000 scooters producidos por la empresa alemana Tier, un tercio permanecerá en la región parisina, en 80 municipios alrededor de Marne-la-Vallée o Saint-Germain-en-Laye. El resto irá principalmente a Alemania.

Dott enviará sus scooters a Bélgica y Tel Aviv. Los scooters verdes de Lime circularán por Lille, Londres, Copenhague y varias ciudades alemanas.

"Hemos pasado página de los scooters" en toda la región parisina, afirmó a la prensa Xavier Miraillès, director de asuntos públicos de la empresa californiana Lime.

"Me entristece porque me parece muy bonito poder desplazarse así, ir de derecha a izquierda sin el estrés de estar en un coche, de estar atascado", afirma Valérie Rinckel, usuaria del servicio.

Por otro lado, "Creo que es más seguro si paramos aquí y volvemos a ir en bicicleta, o si la gente toma el autobús o el transporte público", afirma Anass Eloula, otro cliente.

En París, unas 400.000 personas eligieron un scooter para desplazarse en 2022, según los operadores.

Los operadores apuestan por que sus clientes opten por las bicicletas, que ya están disponibles en todo el mundo, lo que debería permitirles evitar despidos, al menos por el momento.

Sólo en Dott, que sólo pasará de los scooters a las bicicletas a una decena de sus 50 empleados, hay un plan de protección del empleo (PSE) en proceso de validación.

"Es una gran página para Tier, pero en lugar de dejarnos llevar por la nostalgia, preferimos mirar hacia adelante", explica Clément Pette, responsable de las operaciones de la empresa en Francia, refiriéndose a las 5.000 bicicletas aún disponibles.

"El desarrollo de la bicicleta está en auge" y presenta "perspectivas muy interesantes", confirma Miraillès, de Lima, que ofrece 10.000 bicicletas.

Pero es poco probable que este modo de transporte obtenga un apoyo unánime.

Para los turistas, "la bicicleta es una alternativa" pero "no es lo mismo, es más grande y pesada... no es tan ágil", se queja Amanda Rollins, una influencer estadounidense con 740.000 suscriptores en TikTok y gran aficionada a los scooters. .

Algunos usuarios habituales podrían optar por comprar un scooter, o aprovechar una oferta alternativa de alquiler diario, de media jornada o semanal, como la anunciada el miércoles por Volt, distribuidor de motos, ciclomotores y scooters eléctricos.

"No se trata en absoluto de autoservicio", explicó a la prensa el fundador de la empresa, Grégory Coillot.

La empresa, que lanzó la idea antes de la votación de París, quiere ofrecer a "quienes utilizan a diario scooters de autoservicio", e "incluso a los turistas", la posibilidad de alquilarlos, "también con vistas a los Juegos Olímpicos". ".

"El fin del free-floating acelerará enormemente la demanda de alquiler", cree, y quiere crear una red de entre 1.000 y 2.000 scooters, especialmente "en todos los puntos cruciales donde había una demanda altísima" de vehículos autónomos. -servicio.